El autoestima es sin duda el eje de nuestra estabilidad mental, emocional y por lo tanto física. Un se humano debe valerse de ciertos parámetros para fortalecer su autoestima, ya que es unicamente el propio sujeto el que puede formular un cambio de actitud, mejorando día a día, o por el contrario dañandose a si mismo.
El autoestima se sostienen sobre seis pilares, autoconocimiento, autoaceptación, autorresponsabilidad, autoafirmación, autopropósito y autointegridad. Todas estas normas donde se construye una adecuada autoestima, son instauradas en un inicio por ambos padres; considero a diferencia de Freud, que no es únicamente la madre la encargada de brindar una adecuada formación a su hijo para que este tenga una buena autoestima; el tema de la confianza en si mismo debe englobar a la familia, padre y madre, y porsupuesto la sociedad en la que vive este sujeto. Para mi todas las fuentes de contacto social influyen en la persona de manera positiva y negativa; es aquí donde los padres son fundamentales para brindar un consejo y ser una guía, más no un escudo, para resguardar al hijo de cualquier daño; ya que el daño también será importante para fortalecer el autoestima y madurar.
Al final todo recae sobre la propia persona, la cual debe ponerse limites y metas, para lograr tener una vida equilibrada y sana, siendo los primeros en amarnos y valorarnos para poder ofrecer al mundo lo mismo. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.
http://www.psicoactiva.com/arti/default.asp?id=32&dp=0
(En el enlace buscar el artículo AUTOESTIMA, escrito por J. Enrique Cáceres-Arrieta)
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